La paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) será sujeta a un nuevo régimen fiscal que fue creado, según las justificaciones oficiales, para librarla de la ordeña desmedida de sus ingresos a manos de la hacienda pública. Sin embargo, el aligeramiento fue pírrico: en lugar de que le quiten para el fisco 71 por ciento de sus ganancias, en adelante la despojarán del 65 por ciento. En consecuencia, competirá en condiciones de enorme desigualdad con sus rivales de la iniciativa privada, en su mayoría extranjeras, que para colmo de males, como hasta antes de 1938, tendrán participación en la renta petrolera y en los inicios de sus operaciones gozarán de privilegios hacendarios. teleSUR