El primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk anunció que el martes que viene el parlamento votará un proyecto de ley que incluye sanciones contra 172 personas y 65 empresas que apoyaron la anexión de Crimea y a los independentistas del este ucraniano: “He considerado todas las medidas que podrían incluirse en la propuesta de ley. Incluyen la prohibición de todo tipo de tránsito, desde vuelos hasta el transporte de mercancías”.
Las sanciones pueden incluir desde la congelación de activos en cuentas corrientes hasta restricciones y bloqueos a los negocios así como la anulación de licencias. Algo bien recibido en las calles de Kiev, como está a flor de piel en los testimonios recogidos:
“Si pudieramos cortar toda relación, estar lo más lejos posible de Rusia, tanto mejor para todos. Porque las cosas en general, últimamente han ido … no tengo palabras, nos atormentan como quieren y hacen con nosotros todo lo que les da la gana. No comprendo por qué tenemos que seguir teniendo relación con Rusia”.
“Creo que, tal y como estamos es imposible cooperación alguna con Rusia. El comerio no puede ser más importante que la vida humana. Están matando a chico jóvenes en esta guerra”.
Los cuatro meses de combate en el este ucraniano han hecho crecer el rechazo al vecino ruso. La amenaza de veinte mil soldados rusos estacionados en la frontera con Ucrania no ha hecho más que aumenta la percepción de Rusia como amenaza.