Al menos 200 personas desafiaron el toque de queda en la ciudad de Ferguson, Missouri, para protestar contra lo que consideran fue un crimen racista de un joven afrodescendiente norteamericano, Michael Brown. La indignación en la ciudad creció tras conocerse la identidad del presunto asesino, el policía Darren Wilson, un hombre blanco de 28 años. teleSUR