Los milicianos kurdos recuperaron el domingo con apoyo aéreo estadounidense, gran parte de la estratégica presa de Mosul, en el norte de Irak. Los enfrentamientos con los yihadistas comenzaron al mediodía. Los combatientes kurdos iraquíes, peshmergas, recuperaron también el domingo las ciudades cristianas de Batnaya y Telesqof, en la provincia septentrional iraquí de Nínive.
Son los frutos militares del acuerdo político entre el Gobierno de Bagdad, el Ejecutivo de la región autónoma del Kurdistán iraquí y Estados Unidos.
Los combatientes kurdos provocaron el domingo al menos 26 bajas entre los islamistas. Es el número de cadáveres recibido en la morgue de Nínive. Otros doce yihadistas cayeron bajo el fuego del ejército iraquí, apoyados por combatientes tribales, en la provincia de Saladino, al sur de Nínive y al norte de Bagdad.
Se produjeron más víctimas islamistas en la localidad de Al Daluaya, a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad.
La fuerza aérea estadounidense lanzó 14 nuevos bombardeos con drones a diferentes grupos, sedes y posiciones del Estado Islámico en la zona de Telquif. Un área cercana a la zona de Al Sada y Bauiza.
Milicianos kurdos sirios entrenan a cientos de yazidíes iraquíes en Siria para luchar contra el grupo Estado Islámico. Utilizan campos de entrenamiento como este en Qamishili, al noreste de Siria, en la frontera con el kurdistán iraquí. Una instalación cercana a las localidades en donde el ejército islámico asesinó a más de setecientas personas, la mayoría civiles en las últimas dos semanas.