El bombardeo tuvo lugar la pasada noche en las cercanías de Rafah, en el sur de Gaza, acabando con la vida de Mohammed Abu Shamala, Mohammed Barhoum y Raed al-Attar. Según la inteligencia israelí, fueron oficiales claves en el secuestro del soldado Gilat Shalid y en el desarrollo de la red de túneles del grupo islamista. Otros cinco civiles murieron igualmente en el ataque.

La operación llegó tras otra fallida ayer contra Mohamad al Deif, líder militar de Hamás. El militante sobrevivió pero el bombardeo de su casa mató a su mujer y su hija pequeña.

Desde Gaza se respondió con el lanzamiento de cohetes, que dispararon las alarmas en territorio israelí y pusieron en marcha el sistema de intercepción Cúpula de Hierro. Una persona ha resultado herida en Nahal Oz.

Además, las “Brigadas Azedim al Kasem”, brazo armado de Hamás que dirige al Deif, han anunciado que el aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv está de nuevo en su punto de mira. La organización ha recomendado incluso a las aerolíneas internacionales que lo eviten.