Barricadas para defender la ciudad de Mariúpol del avance de las fuerzas rusas.

Los habitantes de esta ciudad portuaria situada en el sureste de Ucrania siguen resistiendo por segundo día consecutivo a la contraofensiva de los rebeldes que intentan abrir un tercer frente en esta zona del país.

“Soy periodista pero antes que eso soy vecina de Mariúpol. Ayer vine aquí a grabar a la gente trabajando y hoy he vuelto para ayudar porque nadie se espera que defendamos nuestra ciudad”, decía Tatyana Ignatchenko.

Además de esta localidad y de las de Lugansk y Donetsk, el epicentro de la guerra se encuentra también en Novosvetlovsk que, según el Ejército ucraniano, ha sido arrasada por la artillería rusa.

El conflicto no solo se está disputando en el campo de batalla, ni en el tablero diplomático, también en el juego propagandístico. Separatistas y ucranianos aseguran ir ganando posiciones.

“Los tanques rusos han entrado y han destruido casi todas las casas. Los expertos dicen que es al estilo checheno del Ejército ruso, destruyen un edificio si sospechan que ahí se esconde uno de sus enemigos”, apuntaba el portavoz del Ejército, Andriy Lisenko.

El mando militar ucraniano reconoce que ha habido 765 bajas en sus filas desde el estallido del conflicto en abril pasado. En total habrían muerto más de 2.600 personas desde que comenzó la escalada de violencia.