Las 6.7 millones de trabajadoras domésticas brasileñas ya cuentan con el beneficio de la ley —que entró en vigor en agosto pasado— que obliga a sus empleadores a registrarlas. Al ser reconocido como como una profesión, quienes practican este empleo obtienen muchos beneficios, como acceso a arrendamiento y jubilación. Ahora el poder legislativo pretende ampliar tales logros a que tengan permiso por maternidad, vacaciones y apoyo en caso de accidente laboral. teleSUR