Kiev y los separatistas prorrusos canjearon este sábado 38 rehenes de ambos bandos, y prevén intercambiar otros 28 este domingo.
La localidad de Yasinovataya, en la región de Donetsk es el escenario de este canje de prisioneros, escoltados por los observadores de la OSCE.
Se trata de un paréntesis de paz que contrasta con una tregua que no se cumple en numerosas posiciones y en particular en las inmediaciones del aeropuerto de Donetsk.
“Tenemos que empezar a intercambiar buenas palabras, dijo Yuriy Tandit, negociador del Gobierno ucraniano . Estoy contento con este alto el fuego y el acuerdo de Minsk.”
Ucrania aún no ha replegado su armamento pesado de la zona de seguridad, a pesar de lo acordado el sábado en Minsk con los rebeldes prorrusos, y eso de momento impide la creación una zona desmilitarizada de 30 kilómetros.
Y en este tira y afloja, Kiev exige la retirada simultánea de las tropas prorrusas.