La primera ronda de ataques contra el autodenominado Estado Islámico en ese país tuvo como objetivos sus cuarteles y centros de mando, de entrenamiento y de comunicaciones. Estados Unidos y sus aliados llevaron a cabo al menos medio centenar de bombardeos, matando a decenas de yihadistas suníes.
Por primera vez, Jordania, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Catar participaron en los bombardeos contra posiciones del grupo yihadista.
Durante una reunión con sus aliados árabes en Nueva York, Barack Obama ha dicho que ahora tienen la oportunidad de enviar un mensaje claro de que el mundo está unido. “Todos nosotros estamos comprometidos a debilitar y, en última instancia, destruir no sólo al Estado Islámico, sino también a agrupaciones de ideología extremista que puedan provocar un derramamiento de sangre”, añade el presidente estadounidense.
Durante la primera misión en Siria, Estados Unidos lanzó en solitario varios misiles guiados contra una célula próxima a Al Qaeda, el grupo Khorasan. Según el Pentágono, planeaban un ataque inminente contra intereses occidentales y en suelo estadounidense.