Comienza en Bélgica un macrojuicio contra 46 sospechosos de terrorismo yihadista del grupo Sharia4Belgium.

Sólo ocho de los acusados han estado presentes en el tribunal correccional de Amberes. Se cree que nueve habrían muerto en Siria. El resto serán juzgados en ausencia.

Entre los presentes, el supuesto líder de Sharia4Belgium, Fouad Belkacem, que se enfrenta hasta a 20 años de prisión.

También en el banquillo, su acusador, Jejoen Bontinck, que se presenta como víctima de la organización yihadista y que es acusado de pertenecia a grupo terrorista.

Bontinck, de 19 años, educado en una familia católica belga y convertido después al Islam, es uno de los principales testigos de la Fiscalía Federal. Pasó ocho meses en Siria cuando veía a Belkacem como su “líder espiritual”. Después, asegura que fue secuestrado y torturado en Siria al ser considerado un “espía”.

“No, no estoy preocupado por mi hijo, para nada, porque él está en tres frentes en este caso: es un sospechoso, es una víctima y el fiscal tiene pruebas de que es una víctima y, en tercer lugar, lo más importante, es el testigo principal en este caso. Así que mi hijo no tiene miedo, no”, ha dicho su padre, Dimitri Bontinck.

El juicio de Sharia4Belgium es el primero en Bélgica relacionado directamente con el envío de combatientes a Siria y se celebra bajo estrictas medidas de seguridad.

Este grupo salafista, ligado al grupo yihadista Estado Islámico, según la fiscalía, anunció su disolución hace dos años, pero sus antiguos miembros habrían seguido reclutando.