Se acerca el fin del ultimátum dado por los manifestantes prodemocracia al jefe ejecutivo de Hong Kong. Leung Chun-ying tiene hasta esta noche para dimitir o de lo contrario, varios líderes estudiantiles han amenazado con tomar edificios públicos.

Las autoridades ya les han advertido de que la policía dará una respuesta adecuada si intentan algo semejante.

Y no son los únicos que se oponen a estas protestas. Numerosos hongkoneses han salido a la calle también para defender a sus dirigentes.

“La mayoría silenciosa no esta muerta. Nosotros apoyamos a la policía, porque ha sufrido mucho en las últimas semanas y sigue haciéndolo. No queremos que la economía de Hong Kong se vea dañada por esta gente que no nos representa en absoluto”, explicaba la organizadora de este movimiento, Leticia Lee See-yin, de la Alianza por la Justicia de Hong Kong.

Los opositores al gobierno no obstante aceptan su postura sin altercados, aunque no cambiarán su idea. “Cuando perturbas la vida de otras personas puedes esperar que algunos se opongan. Claro que estamos perturbando algo sus vidas y por eso hay gente que puede que no nos apoye”, explicaba una estudiante.

Los manifestantes piden especialmente elecciones totalmente democráticas para 2017 y no únicamente con candidatos filtrados previamente por una comisión electoral, como pretende Pekín.