Staffan de Mistura ha asegurado de que al menos 500 civiles se encuentran atrapados en la ciudad situada en la frontera norte de Siria con Turquía, sitiada por el grupo Estado Islámico y ha pedido a Ankara que salve a Kobane de una ‘masacre’:

“Nos gustaría hacer un llamamiento a las autoridades turcas para que, al menos, permitan el flujo de voluntarios junto con su material bélico, para que puedan entrar a la ciudad y operar en defensa propia.”

Kobani ha sido abandonada a su suerte. Los ataques de los yihadistas se han saldado con 200.000 refugiados y más de 500 muertos.

El viernes, activistas del IS atacaron un paso fronterizo con Turquía en un intento de tomar y aislar a la ciudad.

Mientras tanto los kurdos siguen manifestándose contra la política del gobierno de Ankara. El descontento ha provocado escenas de violencia con los miltares turcos y un saldo de 31 muertos, 360 heridos y más de mil detenciones..

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no está dispuesto a escuchar a la comunidad internacional:

“Turquía no es un país cuya política interior y exterior venga determinada por actos violentos de terroristas y malhechores.”

Se teme que la caída de Kobane ponga fin a casi dos años de proceso de paz con el PKK.

La impasividad de los tanques turcos indigna a los kurdos, que este jueves volvieron a tomar las calles denunciando que Ankara impide la entrada de armas y combatientes a Kobani.