Durante el funeral de los más de 30 militares egipcios asesinados durante un ataque a un puesto de control en la península del Sinaí, el pueblo exigió justicia por el ataque más mortífero contra el ejército en décadas. En tanto, el presidente de Egipto, Abdelfatah Al-Sisi, denunció que potencias internacionales quieren desestabilizar al país. Cabe destacar que hasta el momento nadie se ha adjudicado la responsabilidad del atentado.