El indice del Instituto de Investigación Económica germano, el IFO, bajó en octubre a los 103,2 puntos, de los 104,7 de septiembre.
Las empresas consideran que ha empeorado su situación actual como las perspectivas de futuro por diversos factores, como explica Klaus Wohlrabe, experto en clima empresarial del IFO: “La intención de las empresas alemanas de invertir se ha visto frenada. Eso es lo que puedo decir. Las compañías en contacto con Rusia – importadoras y exportadoras – tienden a ser más pesimistas que las que no tienen nada que ver con Rusia. La Eurozona sigue sin arrancar y la administración pública en la actualidad no ofrece buenas condiciones que estimulen la inversión privada”.
En Alemania, país eminentemente exportador, de hecho, los pedidos de fábrica, la producción industrial y las propias exportaciones registraron en agosto su mayor descenso desde 2009. La economía germana se contrajo en el segundo trimestre de este 2014 y el Banco Central alemán ya ha pronosticado un crecimiento para la segunda mitad del presente año nulo o leve, asegurando que el país se encuentra al borde de la recesión.