El banco británico, parcialmente nacionalizado, ha comunicado que aplicará un recorte de 9.000 puestos de trabajo, equivalente a un 10% de su fuerza laboral, en los próximos tres años. Estos despidos se unen a los 30.000 ya ejecutados desde el rescate de la entidad en 2008 y a otros 15.000 anunciados en un plan a tres años en 2011.
El banco ha señalado además que cerrará 150 sucursales en los tres años en los hará efectivo este nuevo recorte, en un comunicado remitido a la bolsa de Londres en el que además expuso su plan estratégico y presentó sus resultados, con un beneficio bruto de 2.047 millones de euros en los primeros nueve meses de 2014