Un grupo de palestinos y agentes de policía israelíes se han vuelto a enfrentar en Jerusalén Este, después de que las fuerzas de seguridad israelíes abatieran al presunto autor del intento de asesinato de un destacado activista ultranacionalista.
El primer ministro israelí ha aprobado el despliegue de un importante número de efectivos para garantizar la seguridad. Además, ha ordenado el cierre de la Explanada de las Mezquitas hasta nueva orden.
Según fuentes israelíes, el palestino abatido había cumplido 10 años de prisión por delitos relacionados con la seguridad. El miércoles por la noche habría herido de gravedad a un rabino que aboga por la construcción de un santuario judío donde ahora se levanta la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam. Precisamente, Yehuda Glick acababa de dar una conferencia sobre la sensible cuestión.
El presidente palestino considera una declaración de guerra el cierre de la Explanada de las Mezquitas y las últimas acciones en Jerusalén Este, que incluyen el anuncio israelí de acelerar la colonización.
Mahmud Abás ha pedido una acción inmediata por parte de la comunidad internacional.