Un salón de belleza de alta categoría en Lahore, Pakistán, contrata víctimas de ataques con ácido. Aquí no sólo encuentran un refugio, sino también una nueva vida. El proyecto es obra de Musarat Misbah, una destacada estilista que fundó una organización de beneficencia que financia la reconstrucción estética de las mujeres y les ofrece capacitación y trabajo en el salón