Para el analista político, Jorge Kreyness, el hecho de que la Unión Europea, EE.UU. y la OTAN se hayan manifestado en contra de las elecciones independentistas en Donetsk y Lugansk, se debe al interés que tienen en dominar la región para ampliar el cerco económico sobre Rusia y al mismo tiempo asegurarse el tránsito de gas para Europa Occidental.