Las pruebas, que tendrán lugar en sus instalaciones en ambos países, podrán contar con centenares de pacientes y tendrán dos objetivos. El primero, comprobar la eficacia de dos medicamentos, desarrollados por un laboratorio estadounidense y otro japonés. El segundo será comprobar si el plasma sanguíneo de personas que hayan sobrevivido al letal virus puede ser utilizado para tratar a pacientes infectados. Los primeros resultados de estas pruebas se esperan para febrero de 2015.
Guinea Conakry es el lugar en el que surgió el brote mientras que Libera es, junto con Sierra Leona, uno de los países más afectados por el ébola, que ya ha dejado 5.000 muertos en África Occidental.
El último registrado oficialmente ha tenido lugar en Mali, donde un enfermero ha fallecido después de contagiarse cuidado a un enfermo, quien igualmente perdió la vida con anterioridad. El hospital en el que trabajaba ha sido puesto en cuarentena, incluyendo a una veintena de cascos azules que estaban siendo tratados por heridas de combate.