La violencia contra un grupo de inmigrantes en Roma obliga a las autoridades a trasladarlos a otros centros de acogida de la capital italiana.

El alcalde ha ordenado la evacuación de 45 menores que se encontraban en un barrio de las afueras a causa de las violentas protestas de los vecinos de la zona que llevan días reclamando su salida de la zona.

“Ya tenemos mucha delincuencia aquí y ahora tenemos que sufrir la que viene de fuera. Violencia, robos y todo a la luz del día. Asaltan a la gente en la parada del autobus”, denunciaba una vecina.

Según los agentes sociales del barrio, la degradación y la inseguridad de esta zona de Roma no solo tienen que ver con la comunidad de inmigrantes.

“Los políticos están mirando hacia otro lado y no quieren afrontar la situación e implementar proyectos de integración que ayuden de verdad a los refugiados y a la población local que tiene que acogerles”, decía la portavoz en Italia de ACNUR, Carlotta Sami.

La tensión llegó a su punto álgido el martes cuando cerca de doscientas personas se manifestaron frente al centro de acogida y empezaron a asaltarlo y a lanzar piedras y cócteles molotov bajo el lema “Nuestras mujeres quieren seguridad”.