Más de cinco millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos podrán regularizar su situacion gracias al Plan Obama. El presidente de EEUU, Barack Obama, defendió que la legalización no es una amnistía, como argumenta la oposición republicana, sino una medida “moderada y de sentido común”.
Obama presentó un paquete de medidas ejecutivas en materia de inmigración no bloqueables por la derecha. Cinco millones de personas evitarán ser deportadas.
Obama se dirigió directamente a los afectados: “Si usted ha estado en los Estados Unidos durante más de cinco años, si usted tiene hijos que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales, si se registra, pasa una verificación de antecedentes penales y está dispuesto a pagar la parte de impuestos que le corresponde, usted podrá quedarse en este país temporalmente, sin temor a deportación alguna. Usted podrá salir a la luz legalmente que es de lo que trata este acuerdo”.
La iniciativa de Obama es la mayor regularización de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos desde la que ordenó en 1986 el entonces presidente, Ronald Reagan.
Sin embargo los republicanos acusan a Obama actuar como un “emperador” o “monarca” con el argumento de que las acciones ejecutivas que hoy ha anunciado sobrepasan sus poderes.
Algunos republicanos han propuesto boicotear la iniciativa bloqueando cualquier presupuesto destinado a aplicar las medidas de inmigración de Obama.