Van Schaik, que dirige el Instituto de Antropología de la Universidad de Zúrich y lleva 13 años estudiando a los orangutanes, presenta en el último Scientific American las extraordinarias habilidades que distinguen a la población de los pantanos de Kluet: escogen cuidadosamente las hojas y palitos más adecuados para manufacturar utensilios específicos con los que hurgar en hormigueros, colmenas o nidos de termitas, extraer insectos, recoger miel o abrir nueces y otros frutos. Los orangutanes son reservados y solitarios por naturaleza, pero los de los pantanos parecen haber renunciado a una porción de ese carácter en vista de los beneficios de la vida social. "Los animales inteligentes son los que se transmiten su cultura", concluye el científico. "La cultura promueve la inteligencia".