Son imágenes de Kiev hace un año. Las protestas eran aún pacíficas, el presidente Yanukóvich seguía en el poder, y Crimea todavía formaba parte de Ucrania.
Los ministros de los 57 países de la OSCE celebraban en esta ciudad su reunión anual. Doce meses después, Yanukóvich ha sido depuesto, Rusia se ha anexionado Crimea y 4.500 personas han muerto en Ucrania.
La OSCE no consiguió evitarlo. Nacida como un foro de diálogo en plena guerra fría, es la única organización regional de seguridad donde participan Estados Unidos, la UE, Rusia y Ucrania.
La OSCE, que se extiende de Vancouver a Vladivostok, toma sus decisiones por consenso y todos los miembros tienen de facto derecho a veto.
Eso fue precisamente lo que sucedió el pasado marzo, cuando Rusia impidió que los inspectores de la OSCE entrasen en Crimea, donde la organización ha denunciado la violación de derechos humanos de los opositores y de la minoría tártara. Y sin embargo, Moscú había aprobado la misión de la OSCE en Ucrania en marzo.
Además, es una misión de sólo 320 observadores, 500 en cuestión de semanas, con pocos medios y poca financiación. Algunos están desplegados aquí, en Gukovo, cerca de la frontera con Rusia.
El otro puesto de control monitorizado por la OSCE en la frontera rusa está en Donestk. En total hay sólo 22 observadores en los dos puntos de paso.
Claramente insuficiente en una frontera de 2.300 kilómetros, con 500 de ellos extremadamente porosos y difíciles de controlar.
Los observadores aseguran haber detectado equipamiento militar pesado en manos de los rebeldes, pero no han indicado su origen. Además, los drones de la OSCE son blanco de ataques físicos y electrónicos con inhibidores`para anularlos.
Un episodio que puso de relieve las limitaciones de la misión de la OSCE, fue el siniestro del vuelo MH17 de Malaysia Airlines. Los observadores de la organización no pudieron acceder al lugar donde cayó el aparato, como muestran estas imágenes grabadas el 30 de julio. Un día después, los observadores y expertos holandeses y australianos consiguieron por fin acercarse al lugar donde se había estrellado el avión 13 días antes con 298 personas a bordo.
.