El panettone de los italianos es el bollo de Navidad de los alemanes. Un pan dulce de frutas confitadas muy fácil de reconocer por su forma cilíndrica. Se acostumbra a servir como postre y su sabor se acompaña mejor con un vaso de vino espumoso. Su origen se remonta 500 años atrás, en la ciudad lombarda de Milán.