Ziad Abu Ein participaba este mismo miércoles en una simbólica plantación de olivos, en tierras confiscadas para la ampliación de una colonia. Los hechos han tenido lugar en la localidad de Turmusiya, próxima a Ramala.

Segun diversos testigos Abu Ein ha caído fulminado al inhalar gases lacrimógenos y recibir un fuerte golpe en el pecho, después de pronunciar éstas sus últimas palabras: “Nadie ha lanzado piedras, nadie ha agredido a nadie, son los terroristas israelíes, los ocupantes los que utilizan la fuerza”, decía Abu Ein.

Trasladado rápidamente al hospital, los servicios de emergencia no han podido más que certificar su muerte.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, ha condenado los hechos que ha calificado de “asalto brutal”, al tiempo que ha anunciado la apertura de una investigación.

Un portavoz del Ejército israelí también ha confirmado que están investigando el suceso.