En el contexto actual de desaceleración y crisis mundial, muy pocos países pueden presentar el nivel de crecimiento que hoy experimenta Bolivia.

A juicio del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyas recetas no sigue el país altiplánico, la nación liderará el crecimiento económico de la región hasta el 2015.

Pero ese no es el único punto a destacar. La reducción del analfabetismo al 3,59 por ciento en el 2014, la renacionalización de sus recursos naturales, el ser uno de los principales productores de la quinua a nivel mundial, y el establecimiento de un Estado plurinacional, en el que tienen participación y representación las distintas comunidades indígenas del país, son los sellos de un país que crece de forma distinta y que, con hechos, demuestra que otro mundo es posible.