Imputada por asesinato la madre de siete de los ocho pequeños apuñalados hasta la muerte en Australia. Mersane Warria, de 37 años, tía de la octava víctima, declaró ante un juez desde el hospital donde está ingresada. La sospechosa tenía heridas de arma blanca en el pecho cuando fue hallada en su casa de Cairns, en el noreste del país, junto con los cadáveres de los ocho niños.
“Como padre, con tres hijos menores de 15 años, puedo imaginar el dolor que siente esta comunidad, ante los acontecimientos de los últimos días. Estoy seguro de que hablo en nombre de todos los habitantes de Queensland y de todos los australianos cuando les decimos: ‘estamos con ustedes, estamos aquí para apoyarles y sentimos con ustedes el dolor que siente esta comunidad’”, ha declarado Tim Nicholls, ‘premier’ de Queensland.
Mientras familiares y amigos recuerdan a los niños fallecidos, continúa la investigación. La policía ha tomado declaración a un centenar de testigos e intenta determinar si la supuesta asesina estaba bajo los efectos de las drogas.
El suceso ha conmocionado a los australianos, la misma semana en la que un secuestro en Sídney, con trágico final, puso en jaque al país.