A la espera de noticias, la angustia se apodera de los familiares de viajeros y tripulación del vuelo QZ8501 de AirAsia, para quienes se ha habilitado una zona especial en el aeropuerto de Surabaya.
La tensión es tal que algunos han necesitado ayuda médica
Las probabilidades de hallar supervivientes son nulas y las autoridades han empezado a tomar muestras de ADN entre las familias para facilitar la identificación de los cadáveres recuperados.
Algunos, como Widya Sukarti Putri, esposa del piloto del vuelo, ya se han preparado para lo peor: “Debo ser fuerte por mis hijos y su futuro. Debo ser fuerte y aceptar la situación”.
El máximo responsable de AirAsia, Tony Fernandes, que ya ha hecho público su pésame, ha prometido la máxima transparencia posible a las familias para evitar que se sientan aisladas o ignoradas.