“Aunque estoy en arresto domiciliario tengo muchas ganas de estar con vosotros”. Quién habla así en twitter es el líder de la oposición rusa, Alexéi Navalni. Era su forma de anunciar que participaría en la marcha no autorizada que había convocada para la tarde de este martes frente al Kremlin.
Su presencia no ha pasado desapercibida para las autoridades rusas que han terminado por detenerle. Pero no ha sido el único. Al menos otras130 personas han sido arrestadas .La policía ha informado que le volverá a trasladar a su domicilio donde ha permanecido incomunicado desde febrero y donde no puede enviar ni recibir correo ni utilizar el teléfono o internet.
Esta protesta llega horas después de que un tribunal le condenara tanto a él como a su hermano a tres años y medio de prisión por varios delitos económicos, aunque solo entrará en la cárcel su hermano, lo que ha indignado a Navalni.
“Me siento avergonzado por lo que estáis haciendo. ¿Por qué le enviáis a prisión? Es un acto asqueroso. Todo esto es para castigarme a mí aún más”, Navalni
El fallo incluye además una multa de 7200 euros para cada uno de los hermanos y les obliga al pago de algo más de 63.000 euros a una empresa de pagos electrónicos a la que, según la justicia rusa, estafaron.