El Bardabunga no se detiene. El volcán, en territorio islandés, entró en erupción el pasado 29 de agosto y desde entonces su lava sigue fluyendo hasta el punto de que ya ha creado un campo de 85 kilómetros cuadrados a su alrededor.
Según la agencia meteorológica islandesa, la actividad sísmica en torno al volcán sigue siendo elevada, con pequeños terremotos casi a diario, que hacen que la lava no sólo siga saliendo a la superficie, sino que además lo haga a una velocidad de entre 50.000 y 70.000 litros por segundo.