Todo empezó el pasado 18 de enero cuando seis miembros del grupo chií Hizbulá y un comandante iraní de los Guardianes de la Revolución murieron por un ataque israelí en la provincia de Quneitra, vecina de los Altos del Golán.
Después la resistencia Islámica, reivindicó un ataque contra un convoy israelí que causó la muerte de dos soldados israelíes y heridas a otros siete.
Y a lo largo del día del miércoles Israel atacó las inmediaciones de las zonas de Al Mayedia, Kafar Shuba, Al Abasiya y Al Uazani, ubicadas en el territorio del sur libanés, considerado feudo de Hizbulá.
La coordinadora de Naciones Unidas recomendó a todas las partes cumplir sus obligaciones en conformidad con la resolución firmada en 2006 en la que Hizbulá e Israel firmaban la paz.