lgunos empleados lo sospechan, pero otros ni se lo pueden imaginar: el espionaje laboral es una plaga en las empresas de Francia. Los empresarios contratan hasta a detectives para controlar casi cada paso de sus trabajadores.
Según la Comisión Nacional de Libertades e Informática (Cnil), en el año 2011 se registraron 663 demandas de trabajadores que denunciaban ser víctimas de espionaje. Casi 6.000 empresas reconocieron haber instalado cámaras y 7.800 usaron sistemas de geolocalización.
Los jefes de empresas francesas cada vez recurren con más frecuencia a la localización de GPS, para vigilar el desplazamiento de sus asalariados y saber cuánto tiempo pasan en el trabajo. En un año, el uso del GPS para estas funciones ha aumentado un 133%, mientras que la instalación de videocámaras creció un 39%.