El grupo islamista Boko Haram ha atacado varios poblados de los estados de Borno y Adamawa, en el norte nigeriano y en Gombe. Su estrategia es de tierra quemada y arrasada.
Los islamistas asesinaron el viernes al menos a 60 personas, veinte de ellas durante el ataque a varias comunidades cercanas a la localidad de Chibok; el lugar donde el 14 de abril secuestraron a más de doscientas niñas, que todavía siguen en paradero desconocido.
El conflicto se ha internacionalizado. Los ataques de Boko Haram no solo continúan, sino que se han extendido a Níger, Chad y Camerún, países limítrofes de Nigeria.
Los refugiados huyen a los países vecinos especialmente a Niger, Chad y Camerún.
Poblados enteros huyen para intentar poner su vida a salvo. Algunos miles de desplazados han acabado en un campo de refugiados en la localidad camerunesa de Minawo. Está saturado como explica uno de sus organizadores, Lucas Isaac: “Teníamos infraestructura para atender a 18.000 personas pero a medida que la