El mando militar ucraniano ha dicho que en cuanto los separatistas dejen de atacar sus posiciones cumplirán la segunda fase del acuerdo alcanzado en Minsk.
Según lo acordado, los dos bandos deberán retirar su artillería pesada para crear una zona de seguridad de entre 50 y 140 kilómetros de ancho.
Por su parte los rebeldes aseguran que comenzarán el repliegue de su armamento pesado el martes.
“Como siempre los morteros, obuses y tanques nos disparan. En ese pueblo todavía tienen intactos los lanzacohetes”, decía un combatiente separatista.
Kiev acusó el domingo a los rebeldes de lanzar un ataque en la ciudad de Shirókino, a 23 kilómetros de la ciudad portuaria de Mariúpol. Esta localidad estratégica es la única que sigue controlada por el Gobierno central en la región de Dombás y muchos temen que la ofensiva separatista sea inminente.