La Reina Isabel II ha asistido a la ceremonia y al desfile militar celebrados en Londres. El primer ministro David Cameron y otros miembros destacados de la familia real británica también han recordado a los 453 uniformados que perdieron la vida en el país asiático, durante los 13 años de presencia militar británica.

El Gobierno considera que la larga guerra evitó que Afganistán se convirtiera en un refugio seguro para que los terroristas planearan atentados contra intereses británicos.

El Reino Unido llegó a desplegar más de 9.500 soldados en la provincia de Helmand. Las últimas tropas abandonaron el país el año pasado. En la actualidad, un número reducido de uniformados británicos continúan sobre el terreno para, principalmente, formar al Ejército afgano.