Ahora es cuando la raza debe patear una pelota y bloquear un remate. Ahora es cuando debe propagarse por todo el cuerpo celeste, que ansía prolongar la felicidad copera. Como en 1997, ante el mismo rival. Como la semana pasada en el propio ‘Cilindro’ de Avellaneda. Con ese 2-1, que invitó a creer que se puede hacer cosas importantes en la Copa Libertadores.