Sábado chico, jolgorio grande. El ritual siempre es el mismo: fiesta, aplausos, canto, baile, música, alegría, vejez llena de juventud. Cada noche de viernes, el anfiteatro Chabuca Granda del Parque Central de Miraflores aumenta su temperatura. El sudor del vals jaranero se mezcla con el frenesí de la cumbia añeja. La pasión y la cadencia del bolero compiten con el garbo de la marinera y la energía del huaino.