La agencia de noticias, EFE, informó – en setiembre del año pasado – que Tom Cruise llegó a ofrecer hasta 173 dólares diarios a los vecinos de la ciudad marroquí, Casablanca, para que no miraran e interrumpieran mientras estaban rodando este filme. El acuerdo señalaba que los ciudadanos debían tener las puertas y ventanas de sus casas cerradas para que de esta forma no se estropeara, en ningún momento, la filmación.