La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) registró unas pérdidas de 585 millones de euros en 2014, más del doble que en 2013 (261 millones), tras verse obligada a provisionar 719 millones de euros. De no haber anticipado este saneamiento, las pérdidas netas se hubieran reducido a 45 millones de euros, la mitad que en 2013.