Buenos Aires, 31 marzo 2015 (CERES TV / EFE)
Sindicatos argentinos del transporte paralizaron hoy Argentina con una huelga para exigir menos retenciones fiscales a los trabajadores, a menos de siete meses de los comicios presidenciales para elegir al sucesor de Cristina Fernández.
El paro, convocado por una alianza de gremios del transporte a los que se sumaron la facción opositora de la Central General de Trabajadores (CGT), liderada por Hugo Moyano, exaliado del kirchnerismo y convertido en uno de sus más acérrimos adversarios, afectó a otros sectores, como la banca.
Los gremios exigen modificar el impuesto a las Ganancias, aplicado a los salarios superiores a 15.000 pesos mensuales (1.700 dólares), un reclamo al que se opone el Gobierno con el argumento de que sólo afecta "al 10% de los trabajadores" mejor pagados.
El Aeroparque porteño no operó hoy y todos sus vuelos domésticos y regionales fueron reprogramados, mientras que en el aeropuerto internacional de Ezeiza una veintena corrieron la misma suerte o fueron desviados a Montevideo.
Debido al paro no circularon trenes, autobuses, subterráneos (metros) ni hubo transporte de carga ni recolección de residuos.
Los puertos, los bancos, las gasolineras y los tribunales permanecieron sin inactividad, mientras que varios hospitales atendieron solo emergencias y muchas escuelas vieron alterada su rutina por la ausencia de numerosos profesores que no lograron llegar a su puesto de trabajo.
Las calles de Buenos Aires amanecieron semidesiertas porque muchos trabajadores optaron por quedarse en casa ante la falta de transporte público, la escasa disponibilidad de taxis y los cortes de calles realizados por agrupaciones de izquierda en los principales accesos a la ciudad.
La bicicleta se convirtió en un medio de transporte alternativo para algunos empleados, como el funcionario Darío Leonti: "Son gente como yo, que quisimos cubrir una guardia mínima y vinimos con lo que pudimos".
Los principales líderes sindical