Durante once días y sin que los médicos supieran por qué Bailey estuvo completamente paralizada de cintura para abajo. Por suerte la chica se recuperó por completo y quiso sorprender a su enfermera favorita dándole una sorpresa. Se acercó en silla de ruedas hasta ella y se puso en pie para darle un abrazo. Las dos lloraron de la alegría.