A pesar de las sonrisas, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha mostrado en Letonia su descontento ante la falta de avances de Grecia. Ha destacado que Atenas todavía tiene que hacer progresos y reformas antes de recibir más dinero. Y la paciencia se está acabando. Así ha descrito la reunión con el ministro de Economía heleno: “Llegamos a un acuerdo hace dos meses y hoy esperábamos escuchar un resultado positivo y un acuerdo para luego tomar una decisión. Pero todavía estamos muy lejos de eso. Ha sido un encuentro muy crítico y ha puesto de manifiesto la urgencia de la situación”.

El ministro griego, Yanis Varufakis, ha explicado que su país está dispuesto a llegar a un acuerdo rápidamente con sus socios del euro y ha lamentado el proceso tan complicado, ha dicho, para cerrar la última revisión del programa, lo que permitiría desembolsar los 7.200 millones de euros pendientes: “En estas últimas semanas, lo que vemos es convergencia. No tenemos una convergencia completa