La fábrica de calzado, de dos plantas, situada en un suburbio al norte de Manila, la capital, tardó menos de 7 horas en ser devorada por las llamas. La mayoría de sus 200 trabajadores se encontraban en su interior cuando supuestamente se produjo una explosión en un contenedor de productos químicos.

Los bomberos han conseguido apagar las llamas pero aún no han podido confirmar el número de cuerpos calcinados. 13 personas se encuentran desaparecidas.

“Hubo una explosión y luego se desató el fuego, así que salimos corriendo hacia la salida de incendios, pero algunos de los compañeros del piso de arriba no se enteraron, por lo que antes de que pudieran bajar, quedaron atrapados por las llamas. Creo que había al menos 70 trabajadores”, describe uno de los 39 supervivientes.

“Tenía la esperanza de que viendo el cuerpo sería capaz de reconocerle (su hijo), pero cuando vi los restos, no pude. Qué padre podría reconocer a su hijo de entre unos esqueletos calcinados”, asegura el padre, ab