Es un país nacido de una violenta fragmentación. Historias de genocidio, odio étnico y guerra civil que resonaron en todo el mundo. En aquel momento, hubiera sido difícil haber imaginado a Serbia como parte de la Unión Europea. A pesar de que aún quedan por superar muchos obstáculos y de que es difícil olvidar el pasado, veinte años más tarde el país está trabajando para convertirse en un nuevo miembro comunitario. Hemos estado en Belgrado para hablar con el primer ministro Aleksandar Vucic sobre el camino que queda por recorrer.
Euronews: Primer ministro, se ha marcado la meta de entrar en la Unión Europea, ¿cuándo cree que ocurrirá esto?
Aleksandar Vucic: No es una cuestión de tiempo, sino de contenido, y estamos haciendo todo lo posible para mantener con firmeza nuestro camino hacia la Unión Europea, cumplir todas nuestras obligaciones y aceptar más valores europeos en nuestro país.
E: Ha habido cierto agotamiento en la Comisión Europea, pero al mismo tiempo ustedes parecen