La Policía peruana ha desalojado una zona situada en las proximidades de Lima y que había sido ocupada por unas 400 personas que no tenían dónde dormir.
Algo que sucede bastante con bastante frecuencia en un país con un 22% de su población viviendo bajo el umbral de la pobreza pero que esta vez es un poco diferente ya que los indigentes habían invadido una zona arqueológica inca de más de 2.000 años de antigüedad.
Ocho unidades de policía participaron en el desalojo de la Tablada de Lurín. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos a las piedras, palos y demás objetos contundentes que lanzaron los invasores.
Según los medios locales, al menos diez personas fueron detenidas.