A partir de la teoría y los experimentos realizados por el Dr. Masaru Emoto, me surgió una nueva idea y la puse en práctica, teniendo como base el experimento hecho con arroz sobre la influencia de la energía positiva y negativa a través de las palabras.
En este caso decidí hacer exactamente el mismo experimento, pero con plantas y agua cargada con distintos tipos de energía.