Cooperar en proyectos comunes sobre infraestructuras, energía, turismo y cultura y en el proceso de integración europea. Esa es la voluntad que mostraron el primer ministro albanés, Edi Rama, y su homólogo serbio, Aleksandar Vucic, en una histórica primera visita oficial de un líder serbio a Tirana. Sin embargo, ambos mantienen posturas muy alejadas sobre la cuestión de Kosovo.

“Si somos inteligentes, lo suficientemente responsables y entendemos que las guerras y el derramamiento de sangre no resolverán nuestros problemas, sino con el diálogo y con relaciones honestas, entonces podemos decir que Serbia y Albania tienen un futuro mucho mejor en comparación con el pasado”, expresó Vucic.

Un discurso secundado por Rama, que abogó por construir una convivencia estable entre ambos países ante el temor de Belgrado de una Gran Albania:

“La Gran Albania es una idea de aquellos que no quieren el bien para nosotros. Buscamos el diálogo y la convivencia. Albania solo tiene un proyecto: que