Invitado a la 25ª cumbre de Unión Africana en Johanesburgo, el avión presidencial ha despegado con Omar al Bashir en su interior, a pesar de que esta mañana un tribunal sudafricano había pedido que fuera detenido.
Sudáfrica firmó los principios fundadores del TPI (Tribunal Penal Internacional) pero, como otros países africanos, desde el partido Congreso Nacional Africano (ANC, en sus siglas en inglés), que dirige el país, considera que el TPI es “selectiva” en su labor respecto a países africanos y de Europa del Este. “El TPI no responde a los objetivos que motivaron su creación”, ha explicado en un comunicado el ANC.
El tribunal de La Haya acusa al recién reelegido presidente de Sudán de genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y atrocidades cometidas en Darfur, al oeste de Sudán, en 2003. Un conflicto en el que murieron 300.000 personas y que generó más de dos millones y medio de desplazados forzosos, según la ONU. Fuentes gubernamentales sudanesas rebajan la c