Madrid, 26 jun (efesalud.com). El doctor Carlos Macaya Miguel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, apuesta en este vídeoblog por el ejercicio físico diario, ya sea andando, corriendo o pedaleando, no solo como uno de los hábitos saludables que previenen las enfermedades cardiovasculares, sino también como parte del tratamiento curativo de los pacientes con hipertensión, glucemia o colesterol.
"Andar y correr son dos actividades físicas muy parecidas, de hecho casi idénticas, ya que activan los mismos grupos músculo esqueléticos. La diferencia se encuentra en la intensidad del ejercicio por la misma unidad de tiempo... si andamos, trotamos o corremos, empleamos un desgaste energético menor o mayor; pero si dedicamos el doble de tiempo a caminar que a correr tales diferencias tienden a igualarse", comenta el doctor.
Los estudios demuestran, incluso, que es mejor caminar deprisa que correr.
"El paso ligero es más sostenible en el tiempo y más recomendable para personas mayores de 70 u 80 años, para pacientes con alguna afección cardiovascular o para mujeres y hombres de 50 o 60 con obesidad o enfermedades musculares asociadas, que no pueden y no deben correr", indica.
Para una persona joven o sin patologías cardiovasculares es bueno correr, que es tan saludable, en estos casos, como andar o caminar deprisa.
"El paso más ligero se convierte en una estrategia de fondo cuando se pretende disminuir la tensión arterial, bajar las cifras del colesterol o incluso a la hora de reducir los niveles de glucemia en sangre y controlar la diabetes, tres factores de riesgo cardiovascular muy prevalentes en la sociedades más opulentas", dice el doctor Macaya.
La actividad física suma prevención al tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
"Estamos hablando de 30 o 60 minutos diarios caminando deprisa, pero si se pudiera realizar este ejercicio durante dos horas sería mucho mejor, si cabe. No solo con pastillas nos recuperamos de una enfermedad, es necesario tener hábitos saludables para evitarlas, como la dieta mediterránea, el consumo moderado del vino tinto o la cerveza y dejar atrás el humo del tabaco", aconseja.
Practicar deporte o hacer ejercicio físico depende, también, de la disponibilidad de tiempo que te deja la jornada laboral o la actividad familiar, a lo que se añaden las posibles dificultades climatológicas, puesto que no es muy deseable andar evitando los resbalones sobre la nieve, sujetando un paraguas o sudando la gota gorda bajo un sol abrasador.
Para este tipo de casos son recomendables las cintas rodantes o las bicicletas estáticas caseras, donde te puedes distraer, a la vez, viendo la televisión o escuchando la radio.
"Las bicicletas estáticas tienen la ventaja añadida de que el peso corporal no descansa sobre las articulaciones de los tobillos o de las rodillas, aspecto a tener en cuenta en personas con obesidad o que sufren problemas articulares o alguna patología en la cadera", especifica.
En cualquiera caso, para el doctor Carlos Macaya la actividad física diaria, sobre todo caminar a paso ligero, se debe incorporar al tratamiento de las enfermedades cardiovasculares y sería una "magnífica recomendación universal para la salud del corazón de toda la población".
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