Grupos indígenas de Panamá se niegan a negociar con el gobierno sobre el futuro de la planta hidroeléctrica Barro Blanco, pues argumentan que esta perjudica directamente a 500 personas y afecta a más de 30 mil indígenas, además de que señalan que el proyecto no pasó el estudio de impacto ambiental y que ni los ministros de Seguridad y Medio Ambiente se han dado a la tarea de evaluar los daños ocasionados. teleSUR